“Nuestra hija ya no se atrevía a ir al colegio. Tras unas pocas sesiones vuelve a caminar con la cabeza alta. ¡Una verdadera superheroína en camino!”
Lo que nos ayudó: pequeños pasos, juegos de rol y anclajes positivos. Ahora vuelve a atreverse a dar su opinión y a participar en juegos.